Pequeños rituales para dormir bien

El verano avanza, y pasada la primera fase de expansión y cambio de ritmo hay un momento en el que añoras el orden y la tranquilidad, sobre todo si tienes niños.

Si hay algo que a nuestros peques les da paz son las rutinas de la noche, las de antes de ir a dormir. Es mejor mantenerlas durante todo el año, pero el verano suele ser época de cambios, aventuras y de planes inesperados y divertidos que también es importante vivir y disfrutar. 

Para poder llegar a todo en casa nos gustan sobre todo dos pequeños y sencillos rituales que queremos compartir contigo: el baño de lavanda antes de ir a dormir y el poema o cuento cortito al acostarse.

El baño de relajante de lavanda

Es una costumbre agradable y práctica para contener el alboroto de última hora en la cama cuando van más cansados de lo normal (algo que suele pasar en verano). El calorcito y el olor de la lavanda les deja suavecitos, tranquilos y dispuestos a ir a la cama relajados después de un día agotador. Parece mentira pero tiene un efecto verdaderamente calmante.

Un baño a última hora del día puede parecer algo incómodo, y es cierto que según el plan y más en verano puede llegar a serlo, pero para esos días el truco es hacer algo rápido y sencillo. Casi contiene el mismo efecto relajante: un baño de pies. Os invitamos a probarlo, a los niños les encanta.

  Agua calentita y unas gotitas de lavanda hará felices a pequeños y grandes

El poema de la noche

Es una rutina inspirada en las recomendaciones de las escuelas Waldorf.

Normalmente cuando los niños pasan a segundo, su maestro les dedica un poema a cada niño basado en la observación y conocimiento de cada alumno en particular. El poema a medida que el niño crece y va pasando de curso cambia. Es un regalo que el maestro hace a sus alumnos cada año. Los niños han de recitarlo una vez por semana delante de sus compañeros. Suelen procurar que cada niño lo recite el mismo día de la semana en el que nació.

En casa durante el curso suele gustarles recitarlo antes de dormir pues les da confianza y fuerza para superarse cada día. Como tenemos niños de diferentes edades y para que ese momento del cuento no pierda su magia, siempre llevamos en nuestra maleta un libro lleno de poemas e historias cortas y preciosas. El libro se llama “Espigas Doradas” . Nos lo recomendó la maestra de nuestra hija en segunda clase y es todo un regalo lleno de relatos y breves historias preciosas ordenadas en torno a las estaciones y el ciclo del año.

Os dejamos unos poemas de verano como muestra para que veáis de qué os hablamos y así quién quiera y le apetezca probar, pueda poner en práctica esta bonita rutina.

El velero

Como un gran velero yo soy,
con gran entusiasmo
me hago a la mar.

Yo izo mis velas,
la fuerza del viento
me lleva a la meta.

Y si las tempestades
azotan mi nave
yo tendré coraje
y seguiré adelante.

La tortuga

Lentamente, lentamente
anda la sabia tortuga.

Ella sabe lo que quiere
es prudente y no se apura.

Va fresquita y resguardada
segura con su coraza.

Y como es sabia y prudente,
despacito llega lejos
y además, cómodamente.

Para ilustrar los pequeños poemas hemos utilizado las ceras de Stockmar

La abeja

Abejita generosa
que construyes tu colmena.

Vuelas libre por los campos
y libas todas las flores
transformando sus colores
en sabrosa y rica miel.

Silenciosa y chiquitita,
la dorada luz del sol
transforma con tu tesón
en dulcísimo sabor.

Gracias, querida abejita,
por tu rica donación.